En
un país que tiene un déficit habitacional de 3,5 millones de viviendas. Las
constructoras generaron fideicomisos al costo, un modelo en el que el riesgo se
atomizaba entre varios inversores que pagaban las unidades durante la obra.
"Se ajustaba por el índice de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC)
y si se excedían los costos se agregaban cuotas adicionales. No había inversión
de riesgo".
Otra forma la
financiación modular en proyectos más de cinco años que se planeaban por etapas
en los que los compradores comenzaban pagando cuotas bajas hasta la posesión en
la que aumentan considerando que la persona deja de pagar un alquiler.
"Fue una forma de acercarse a la demanda".
Con la irrupción del
crédito hipotecario cambia la foto del mercado. "Se modifica la lógica del
negocio del desarrollador y hasta de los propios alquileres que eran un mal
necesario para quien no podía comprar. Habrá mayor stock de unidades habitacionales
y casas". De esta forma, se anticipan los primeros cambios que prometen
cambiar las reglas del sector.
Se
dejará de construir sólo para el inversor
La demanda por parte de
quien compra una vivienda para habitar incrementará la exigencia en la calidad
constructiva, las terminaciones y los proyectos. El crédito obliga un
replanteo. Igual, el inversor no quedará fuera de la partida. Será clave a la
hora de apostar a barrios que necesitan desarrollarse. Un punto que pone en la
agenda, la necesidad del trabajo en conjunto público-privado.
El
futuro de los precios
Con un costo de la
construcción en su máximo histórico -entre los S17.600/m2 y los $24.000/m2,
sumado a un precio de la tierra en alza y en un contexto inflacionario que
ronde el 20 por ciento, es impensada una posible baja de precios. Sin embargo
los analistas del mercado financiero advierten que los valores deberían bajar
por la brecha que existe entre salarios y valores de las propiedades. "Con
un salario anual que promedia los $ 208.000, no cierran en la Argentina los
niveles del costo de construcción. En Estados Unidos el sueldo anual promedio
es de US$ 53.000 y en España US$ 36.000, mercados en los que el costo ronda los
US$ 700/m2", relata Mariano Sardans, CEO de la gerenciadora de patrimonio
FDI. Su mirada es que la ineficiencia se genera en los sistemas constructivos,
y aclara que no tiene relación directa del costo de la mano de obra. "En
el país se tarda dos años en construir un edificio mientras que en otros países
tres meses", advierte y aclara que hay empresas locales que producen
paneles o materiales para construir de una forma diferente. "Cuando esos
sistemas se instalen el costo de construcción bajará y los valores de las
propiedades también y quien toma un crédito terminara pagando una propiedad más
cara", afirma.
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