VALDEZ OCAMPO TASACIONES Y SERVICIO

La apuesta al ladrillo es casi un rasgo de identidad del argentino medio, siempre atento a cómo preservar el valor de cualquier excedente en moneda local. Y, a juzgar por lo que pasó en la última década, podría decirse que el hábito de invertir en inmuebles no lo llevó a tan mal puerto: el precio de estos activos compitieron con éxito hasta contra el dólar libre, el otro refugio tan preciado por los inversores vernáculos.

A semejanza del 2011, el 2013 fue un año de oro para la construcción, con un nivel récord de ventas de insumos para edificar. Los 300 kilos per cápita de cemento vendidos ofician de buen ejemplo para ilustrar esta bonanza. Según aseguran tanto los proveedores de insumos como los constructores, la clave estuvo en la construcción y refacción de las viviendas unipersonales, lo que explica alrededor de un tercio de la actividad. El plan Pro.Cre.Ar tuvo en este sentido una incidencia decisiva.

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